jueves, 21 de octubre de 2010
miércoles, 20 de octubre de 2010
viernes, 15 de octubre de 2010
Leyenda. El burro - Zapotecos
Había terminado Dios de presenciar el diluvio que duró cuarenta días y cuarenta noches. En el techo del mundo tenia reunidos a sus hijos predilectos, a quienes salvó de la inundación. Para entretenerlos, y que no se aburrieran allá arriba, mientras se secaba la tierra, les contaba cuentos, bonitas mentiras. Ameno, como es el Creador para contar mentiras, tenia boquiabiertos a todos los animales de la creación a su alrededor. Se acordó mientras les narraba el cuento del origen del universo, que estaba esperando a que bajaran las aguas y el sol secara la tierra; entonces mandó a uno de los animales que se encontraba más cerca de él para que se asomara a la tierra para que viera si el sol ya la había secado. Tan bonita mentira contaba Dios a sus hijos que el animal siguió prestando atención al cuento, y no hizo caso de la orden.
Por segunda vez Dios ordenó, a aquel animal embebido en la narración, que se asomara desde el techo del mundo a ver si ya estaba seca la tierra. Tampoco en esta ocasión obedeció el animal, que prefería no perder detalle de los cuentos del Creador.
A la tercera vez Dios interrumpió su narración, y con los ojos llenos de ira, se dirigió al interpelado y le grito:
¡Vete, Burro!
Un humilde animal se levanto de su la lado, pero en aquel momento sus atentas y bien hechas orejas crecieron enormemente, y desde entonces le quedó el nombre de burro, que Dios le dio.
Leyenda. Donaji - Zapotecos
La princesa Donají fue hija del rey zapoteca Cosijoeza, cuya capital de sus dominios estaba en Zaachila, su nombre significaba “Alma Grande” y cuando nació, un sacerdote de Mitla descifra en el cielo el signo de la fatalidad y predice que ella se sacrificaría por amor a su pueblo zapoteca.
Cuando los mixtecos y zapotecos se encuentran en feroz batalla, conoce herido al príncipe mixteco Nucano, de quien se enamora.
Al ser derrotados los zapotecos, los mixtecos piden en prenda de paz a Donají para que el rey Cosijoeza respetara los tratados. Es llevada a vivir a un palacio de Monte Albán y una noche que tratan de recatarla, es sacrificada por un guerrero.
Su enamorado Nucano gobierna con amor a los zapotecos en recuerdo a Donají y sus cuerpos descansan bajo la misma losa en Cuilapan…eso cuenta la leyenda. Princesa Donaji |
Zapotecos- Dioses
Tenían gran variedad, aunque al igual que las demás culturas estos tomaban algunos dioses extranjeros, o se hablaba del mismo dios con diferente nombre o del mismos dios pero con otras atribuciones.
Algunos de los dioses zapotecos son:
Diosa Zapoteca. |
ü 1.Pitao Cozobi: Dios del maíz y la agricultura.
ü 2. Pitao Pecelao: Deidad de la muerte y el inframundo. Denominado "Trece Mono", se representa con el murciélago, la calavera y el tecolote.
ü 3. Pitao Peze: Deidad de la fortuna, del éxito en el comercio, del viento, del cielo y de los viajes venturosos; es "El Señor de la Riqueza".
ü 4. Pitao Zig: Deidad de las miserias y de la mala suerte; "El Señor de las Miserias"; era la contraparte de Pitao Peze.
ü Chilaila Gobitza - Dios de los montes y los venados.
ü Nohuichana - Esposa de Cocijo y diosa principal. Deidad de la fertilidad, las aguas, los ríos, lagunas, la pesca, las lluvias, del paraíso y los campesinos.
ü Pichanato - Dios de los partos y las enfermedades.
Pitao, dios del maíz |
Zapotecos-Inframundo
En sus construcciones, en la parte subterránea hacían “cuevas” en estas enterraban a sus reyes, príncipes, nobles y sacerdotes. Estas “cuevas se hallaban en la parte norte, ya que como se menciono anteriormente una de las leyendas dice que venían de 7 Cuevas, y consideraban que al haber vivido en cuevas y haber sido sepultados en ellas, debían irse de la misma manera.
Zapotecos - Mito de la Creacion
Existen varias leyendas del origen de los zapotecas, una de ellas es que descienden de animales salvajes como los ocelotes y pumas, lo cual se relaciona con la cultura olmeca y su origen mítico; la otra leyenda dice que sus ancestros vivían en las 7 Cuevas del norte, Chicomóztoc, y que se establecieron en Oaxaca antes que Tula.
códice que muestra el desarrollo de la agricultura zapoteca. |
LOS ZAPOTECOS
Se asentaron en la planicie de Oaxaca, EL NOMBRE REAL ES TZAPOTECA y proviene del zapote, que es un árbol que aparte de brindar frutos comestibles, su resina se utilizaba para hacer chicle. Su capital era Teotzapotlán y su ciudad de los muertos era Mictlan o Yoopaa.
códice que muestra el desarrollo de la agricultura zapoteca. |
construcciones zapotecas |
Leyenda ITA ANDEHUI, FLOR DEL CIELO - Mixtecos
En un risueño lugar de Tilantongo, entre árboles y flores, junto a un arroyo de cristalinas aguas, había una casita de madera y paja en la que vivía Ita Andehui, joven hermosa y pura, con espíritu noble y candoroso. Vestía traje indígena multicolor y sencillo que complementaba su singular belleza.
En una tarde, mientras contemplaba la puesta del sol, vio venir a Anon Nau, joven apuesto y valeroso. Traía en los hombros un tigre acabado de cazar. Al ver a Ita Andehui bajó el tigre y lo puso a sus pies ofreciéndoselo como regalo. Ella, un poco turbada, agradeció el regalo y le pidió que se lo llevase para hacer, con su piel, un traje de Caballero Águila, que lo usaría cuando llegase el momento.
Se contemplaron con ternura y de inmediato surgió en ellos una poderosa atracción. Conmovidos se retiraron repitiendo dulcemente las palabras que se habían cruzado. Fue esto el principio de un amor apasionado y lleno de ilusiones que culminó en matrimonio celebrado con todo el ritual acostumbrado.
Pero el infortunio no tardó en llegar. Anon Nau tuvo que irse a la guerra. Los Aztecas marchaban sobre Coixtlahuaca y el rey Atonalzin pidió ayuda militar a los reinos Mixtecas.
La ausencia fue prolongada, en ese tiempo nació Mallinali, el hijo esperado.
Ita Andehui vivía en una angustia constante, a pesar de que sus familiares la acompañaban siempre.
Una tarde, juntos subieron al Cahuatnó, Peña Gris, y hasta ese lugar les llegó la noticia que el ejército de Tilantongo había tenido varias bajas, y entre ellos habían muerto dos jóvenes distinguidos.
Esa información fue para Ita Andehui como un rayo fulminante; cayó al suelo, arrojó sangre a borbotones por la boca y en una reacción violenta, rodó al abismo sin que nadie lo pudiera evitar. La tragedia se desencadenó por creer que Anon Nau era uno de los jóvenes muertos.
Días después regresó Anon Nau lleno de ilusiones al encuentro de su amada Ita Andehui. Al recibir la noticia trágica, fue tan grande su dolor, que bañado en lágrimas lamentó no haber muerto en la guerra.
Sin atender a nadie, rechazando todo auxilio, subió a la Roca Gris y desde su cima gritó:
—¡Ita Andehui! —¡Estás en la eternidad!, ¡Voy a juntarme contigo! y se lanzó al abismo.
Desde entonces, al soplo del viento, en la Roca Gris, se oyen lamentos de profundo dolor.
En una tarde, mientras contemplaba la puesta del sol, vio venir a Anon Nau, joven apuesto y valeroso. Traía en los hombros un tigre acabado de cazar. Al ver a Ita Andehui bajó el tigre y lo puso a sus pies ofreciéndoselo como regalo. Ella, un poco turbada, agradeció el regalo y le pidió que se lo llevase para hacer, con su piel, un traje de Caballero Águila, que lo usaría cuando llegase el momento.
Se contemplaron con ternura y de inmediato surgió en ellos una poderosa atracción. Conmovidos se retiraron repitiendo dulcemente las palabras que se habían cruzado. Fue esto el principio de un amor apasionado y lleno de ilusiones que culminó en matrimonio celebrado con todo el ritual acostumbrado.
Pero el infortunio no tardó en llegar. Anon Nau tuvo que irse a la guerra. Los Aztecas marchaban sobre Coixtlahuaca y el rey Atonalzin pidió ayuda militar a los reinos Mixtecas.
La ausencia fue prolongada, en ese tiempo nació Mallinali, el hijo esperado.
Ita Andehui vivía en una angustia constante, a pesar de que sus familiares la acompañaban siempre.
Una tarde, juntos subieron al Cahuatnó, Peña Gris, y hasta ese lugar les llegó la noticia que el ejército de Tilantongo había tenido varias bajas, y entre ellos habían muerto dos jóvenes distinguidos.
Esa información fue para Ita Andehui como un rayo fulminante; cayó al suelo, arrojó sangre a borbotones por la boca y en una reacción violenta, rodó al abismo sin que nadie lo pudiera evitar. La tragedia se desencadenó por creer que Anon Nau era uno de los jóvenes muertos.
Días después regresó Anon Nau lleno de ilusiones al encuentro de su amada Ita Andehui. Al recibir la noticia trágica, fue tan grande su dolor, que bañado en lágrimas lamentó no haber muerto en la guerra.
Sin atender a nadie, rechazando todo auxilio, subió a la Roca Gris y desde su cima gritó:
—¡Ita Andehui! —¡Estás en la eternidad!, ¡Voy a juntarme contigo! y se lanzó al abismo.
Desde entonces, al soplo del viento, en la Roca Gris, se oyen lamentos de profundo dolor.
Leyenda- Mixtecos
Un par de días antes había salido del reino de Añute, o Xaltepec, la joven princesa 6 Mono Ñu Ñuu, acompañada por un par de sacerdotes, para dirigirse al oráculo del Templo de la Muerte en Mictlantongo.
Ahí se quedó a residir con su protectora, la gran sacerdotisa 9 Hierba Q Cuañe, quien la iniciaba en el arte de echar los granos de maíz para leer el destino y así convertirse en una adivina o sacerdotisa de las suertes, una dzehe dzutu noño. También le enseñaba a observar las señales en los astros y el funcionamiento de los calendarios, la relación que existe entre el tiempo y el espacio, y la manera como se distribuyen en ellos las energías divinas de los dioses. Lo hacía a través de un esquema que separa el mundo de arriba, el cielo o Andevui, del plano intermedio, la tierra o Andayu, donde viven los hombres, y el nivel de abajo, el inframundo o Andaya.
Así, la tierra formada por montes y colinas, valles y planicies, se imaginaba con la forma de un cuadro, en el que cada esquina era uno de los cuatro rumbos del universo, con un punto más al centro, el Añuhu, en el que estaba el eje que sostenía a los tres espacios.
Estas direcciones se representaban por medio de cinco lugares que delimitaban la nación mixteca: al este estaba el Cerro del Sol Yucu Ndicandii; al norte el Cerro Oscuro Yucu Naa; al oeste el río de Ceniza Yuta Yaa, y hacia el sur el Templo de la Muerte, que identificaba al lugar de abajo, el Andaya. En cuanto al centro, éste podía establecerse en alguna de las principales capitales de la tierra, como era Tilantongo o Ñuu Tnoo.
Pero los cuerpos de agua como los lagos y el mar, junto con las cuevas y cavernas, eran las entradas al mundo subterráneo, el reino donde habitan las fuerzas de las tinieblas y la oscuridad, de lo frío y lo húmedo. Este reino estaba formado por cuatro niveles, que con los cinco puntos anteriores sumaban nueve, que era el número asociado con el inframundo. Este reino tenebroso ubicado al sur estaba presidido por la diosa de la Muerte, la señora 9 Hierba, Ñu Andaya, Iya Q Cuañe, que habitaba en el Templo de la Muerte, el Vehe Kihin, y era la guardiana del Panteón de los Reyes, que se localizaba dentro de la Gran Caverna, el Huahi Cahi.
Ahora bien, hacia el este encontramos al astro más grande y brillante, conocido como Corazón del Cielo, el dios rojo del Sol, el señor 1 Muerte, Ñu Ndicandii, Iya Ca Mahu, que simbolizaba las energías de la luz y el calor, iluminando el firmamento durante el día y calentando la tierra para que crecieran las plantas y los seres sobre ella. Por ello, el oriente era la dirección donde la vida nacía y se renovaba cíclicamente. Durante la noche, el astro descendía para alumbrar como un sol negro el mundo de los muertos, hasta que terminaba su recorrido y volvía a renacer, al amanecer del nuevo día, para elevarse a través de los cuatro pisos del cielo, del lugar de arriba o Andevui, que al sumarlos a los nueve pisos de abajo da el número trece, asociado a todo lo celeste.
El cielo nocturno, relacionado con el rumbo del norte, era el ámbito de los dioses antiguos y creadores, de los nobles ancianos Iya Ñuu, padre y madre de todos los dioses y origen de todas las cosas. Son deidades astrales, de la Vía Láctea y de otros grupos de estrellas o constelaciones, entre ellas la Osa Mayor, que se imaginaba como el Gran Jaguar que representaba al señor del universo, el del Espejo Brillante de Obsidiana, Te-Ino Tnoo, como una imagen del cielo nocturno estrellado y que probablemente era otro de los nombres del poderoso señor 4 Serpiente-7 Serpiente, Qui Yo-Sa Yo.
Asimismo, en el eje este-oeste, que se tomaba como el camino de la luz, en contraste con el norte-sur que era el de la oscuridad, estaba la gran estrella Tinuu Cahnu o Venus, llamada también Quemi, que quiere decir "cuatro", tal vez haciendo alusión a las cuatro posiciones que ocupa durante su movimiento alrededor del Sol. Igualmente, se le conocía como la Serpiente Emplumada o Enjoyada, Coo Dzavui, por estar adornada con ricas plumas de quetzal; pero este nombre también se puede traducir como Serpiente de Lluvia, que es el remolino de nubes de agua que se crea mediante fuertes corrientes de viento. Se trata de otra forma de Ñu Tachi, dios del Viento, del aliento vital y del espíritu, renombrado como el señor 9 Viento Iya Q Chi.
Retornando al norte, encontramos asimismo al dueño de los animales salvajes y corazón de la montaña, el dios de los Montes Ñu Yucu, señor 4 Movimiento Iya Qui Qhi. Los cerros se imaginaban como grandes recipientes de cuyo interior brotaban los manantiales y las fuentes del agua. Y en sus cumbres cubiertas de nubes estallaban los rayos que desatan la lluvia, ya fuera la beneficiosa que hace crecer las cosechas o la destructora que trae la inundación y las heladas, e incluso su ausencia provocaba la sequía. Por ello, tan poderoso elemento se representaba a través de uno de los señores del Tiempo, el dios de la Lluvia, el señor 5 Viento, Ñu Dzavui, Iya Q Chi.
Dirigiéndonos hacia el oeste encontramos a varias diosas de la fertilidad. Durante la noche, la diosa blanca de la Luna Ñu Yoo, es personificada por la abuela del río, la señora 1 Águila, Sitna Yuta, Iya Ca Sa, también llamada Nuestra Abuela. Su influencia abarcaba los ciclos de la fecundidad humana, animal y vegetal, y a los líquidos y cuerpos de agua, como el mar, los lagos y los ríos, los cuales estaban presididos por la deidad de las aguas terrestres, la señora de la Falda de Jade o Enjoyada Iya Dziyo Dzavui, 9 Lagarto Q Quevui, ya que esta piedra simbolizaba lo precioso de este cristalino elemento. Junto con ellas estaba la diosa madre, la deidad de la Tierra, Ñu Ndayu, señora 9 Caña Iya Q Huiyo, que en sus atavíos lleva diseños de lunas, adornos de algodón y un huso para hilar en el cabello, ya que estaba relacionada con el hilado y el tejido, así como con las médicas y las parteras.
Finalmente, el centro se localizaba en los lugares donde la corteza terrestre se voltea hacia adentro, como en los volcanes, y en el interior del ombligo de la tierra residía el señor del Fuego Iya Ñuhu. Esta era una deidad antigua, que muchas veces se mostraba como un anciano que carga un brasero, para contener el valioso elemento ígneo.
Estas son algunas de las principales deidades asociadas con la concepción del espacio, aunque todavía existen más. Y junto con ellas están los numerosos dueños del lugar o espíritus de la naturaleza, llamados simplemente ñuhu, que eran los guardianes de ciertos entornos, como la tierra, los bosques y los arroyos.
Todo en el universo mixteco estaba animado por fuerzas o energías sagradas que conocemos como dioses y espíritus, las cuales interactuaban constantemente para producir el milagro de la vida
Mixtecos - Dioses
Como ya se había mencionado, los nombres de sus dioses se escribían en su calendario, pero hubo unos dioses tan viejos que no se conoce su nombre, ya que para entonces todavía no se inven5taba el calendario, era el dios y la diosa dual más grande y sólo se decía: “Dios del centro por quien vive todo viviente”
Dios mixteca de la muerte |
Después de estos se mencionan a los dioses creadores: Uno Venado Serpiente de Jaguar y Uno Venado Serpiente de Puma; Señores Dios, que representaban el principio dual del universo. Estos ayudaron a ordenar al mundo y crearon a los primeros humanos.
Tuvieron 2 dioses tutelares: Dzahui (dios de la lluvia), fue el correspondiente al segundo periodo, y en ese momento el pueblo era llamado “el pueblo de la lluvia” o “pueblo elegido por Dzahui”. Este dios comparte múltiples atributos con Tláloc, y de él se encontraron una gran cantidad de vasijas con grabados de este.
El segundo es Huehuetéotl, que corresponde al primer periodo, ya que es muy antiguo y se cree que este dios es uno de los primero que han sido venerado en Mesoamérica. Durante este periodo el pueblo era llamado “Ñuiñe” que quiere decir Tierra caliente.
Mixtecos- Inframundo
Para ellos el norte representaba el lugar de los muertos, ya que a cada punto cardinal le asignaban una propiedad especia, así la del norte era la aparición de la Tinuu Cahnu, Serpiente Emplumada o Enjoyada, Coo Dzavui, que iluminaba el camino de la oscuridad, también la noche era relacionado con los dioses antiguos y creadores y rigen de todas las cosas.
Esto era cono una dualidad, representa el origen de las cosas, por los dioses creadores, pero también representa el fin de la vida de los mixtecos; además la presencia de el dios Coo Dzavui era la presencia de los dioses en la vida y muerte de los pobladores.
Además para ellos la muerte en batalla era también lo que daba vida a sus dioses, y así lo mencionan en algunos poemas:
Ya se sienten felices
los príncipes,
con florida muerte a filo de obsidiana,
con la muerte en la guerra.
los príncipes,
con florida muerte a filo de obsidiana,
con la muerte en la guerra.
Eran la dualidad que se encontraba en el Mictlán, el noveno y más profundo de los niveles del inframundo. Se les muestra descarnados y en ocasiones ricamente adornados.
Para llegar al inframundo el hombre tenía que ser devorado por Tlaltecuhtli, Señor de la tierra, que con sus grandes fauces comía la carne de los muertos; a partir de ese momento continuaba su camino lleno de peligros para llegar, finalmente, al Mictlán.
Para llegar al inframundo el hombre tenía que ser devorado por Tlaltecuhtli, Señor de la tierra, que con sus grandes fauces comía la carne de los muertos; a partir de ese momento continuaba su camino lleno de peligros para llegar, finalmente, al Mictlán.
Muchos son los animales e insectos asociados al dios de la muerte. Desde el perrito que ayudaba a cruzar el río hasta el murciélago, animal que vive en cuevas y que sale en las noches. La cueva era lugar de vida y de muerte; de ella podían nacer pueblos pero era también la entrada al inframundo, de allí su asociación con la muerte.
representación de Mictlantecuhtli dios de la muerte.
Murciélago, relacionado con la noche
y el mundo de los muertos, ya que por aquí se
Entraba a este.
Mixtecos - Mito de la Creacion
MITO DE LA CREACION.
Creían que vivían en el Quinto Sol, creían también que la tierra había sido creada y destruida en varias ocasiones hasta llegar a lo que eran ellos. Creían que vivían en el Quinto Sol, creían que en un principio los espíritus de sus dioses volaban en el aire y sus nombres fueron asentados en el calendario y códices de este pueblo. Se podría decir que creían en los 4 intentos de hombre anteriores a ellos, y que estos habían sido terminados por catástrofes.
Se habla del caos de la tierra cuando no había nada y cuando todo era oscuridad, cuando no existían los días, cuando todo era confusión, y entonces el Dios Creador lo puso todo en orden; un fragmento de esto es el siguiente:
En el año y en el día
de la oscuridad y tinieblas,
antes que hubiese días ni años,
estando el mundo en gran oscuridad,
que todo era un caos y confusión,
estaba la tierra cubierta de agua:
sólo había limo y lama
sobre la faz de la tierra.
En aquel tiempo… aparecieron visiblemente
un Dios que tuvo por nombre Un Ciervo
y por sobrenombre Culebra de León,
y una Diosa muy linda y hermosa,
que su nombre fue Un Ciervo,
y por sobrenombre Culebra de Tigre…”
de la oscuridad y tinieblas,
antes que hubiese días ni años,
estando el mundo en gran oscuridad,
que todo era un caos y confusión,
estaba la tierra cubierta de agua:
sólo había limo y lama
sobre la faz de la tierra.
En aquel tiempo… aparecieron visiblemente
un Dios que tuvo por nombre Un Ciervo
y por sobrenombre Culebra de León,
y una Diosa muy linda y hermosa,
que su nombre fue Un Ciervo,
y por sobrenombre Culebra de Tigre…”
Pero en el Códice de Viena o Vindobonense, se habla de <un Prólogo del Cielo> y habla del origen divino de los mixtecos, se sitúa en la página 37 de dicho códice.
página 37 del Códice de Viena.
En el códice aparece abajo, sobre la superficie de la tierra, la figura de un árbol. Dicho árbol ostenta la forma del cuerpo de una mujer. La cabeza de esta se hunde, a modo de raíz, en la tierra. Su cuerpo se yergue hacia arriba y se divide en dos grandes ramas que son sus piernas. De entre las piernas, es decir, de su vagina, surge una pequeña figura humana.
Del lado izquierdo aparecen varios círculos con fondo blanco que incluyen otros más pequeños trazados con tinta roja; en el lado derecho, se ven tres flechas. El simbolismo de estos elementos ha sido interpretado como atributos, los del a izquierda, femeninos, y masculinos los de la derecha.
N el cuerpo de la Diosa Madre se manifiesta la suprema dualidad. Además se contemplan a dos personajes que tiene una especie de punzón con que está penetrando u horadando el cuerpo de la diosa-mujer-árbol.sus nombre son 7-Águila (el de la izquierda) y 7-Lluvia (el de la derecha) y sobresalen entre los hijos de la suprema creadora.
LOS MIXTECOS
Se asentaron en Oaxaca, Puebla y Guerrero, sus asentamientos se basaban en unidades habitacionales que congregaron a varias familias nucleares y tenían una economía basada en la agricultura. Hacían nexos y alianzas con otros pueblos, pero estos era temporales e inestables, por eso siempre tuvieron conflictos por el poder y el prestigio.
Escribían por medio de glifos y representaciones trabajadas en piedra y cerámica, tanto figuras y lugares específicos, tenían calendarios y en ellos ubicaban el nombre de sus dioses, hacían herramientas de obsidiana, grabados en hueso, ornamentos y manuscritos o códices de gran valor.
Existían estratos sociales que eran: los Señores Gobernantes y Principales, los Macehuales o Comuneros con tierras propias, “Campesinos” sin tierras y Esclavos.
elaboración de códices y de calendarios por los mixtecos, grabados en pieles o en piedra y demás materiales
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